Hay días como hoy en que la vida es como un damero endiablado
en donde tú y yo jugamos al jaque mate.
Tú juegas con blancas y negras; yo no juego.
Sólo me paseo por los escaques contemplándote,
mientras le araño algún poema al humo del cigarrillo
y al latir del hielo en la soledumbre melosa de mi whisky.
(Oh, Lord, send us the biggest one, right now)
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