jueves, 31 de diciembre de 2009

La Lay Natural


El otro día estuve en Murcia viendo la ya famosa película de J. Cameron AVATAR. Esperaba salir del cine impactado por la visión en 3D de la historia que el director de TITANIC trata de contar; no fue así. Considero que dicha tecnología aún anda en mantillas, lejos al menos de lo que yo deseo e imagino debe ser la contemplación de un film en donde la sensación de "estar dentro" sea lo más "real" posible.
Poco que decir de la simpleza del guión y de la inmoralidad del tradicional "happy end" con que Hollywood intenta calmar nuestras conciencias...Pelillos a la mar...

Por lo demás, aseguro que se pasa un buen rato sin más complicaciones. Sin embargo, hubo algo que sí me llamó la atención durante la proyección del film; me refiero a la descripción de la vida natural de los nativos del planeta Pandora, tan apegados a sus tradiciones y costumbres ancestrales, tan unidos al entorno vivo en donde sus vidas se desarrollan; tal que muchos de los pueblos que poblaron la Tierra tiempo ha y como todavía, que dicen, quedan algunos. Pocos, por desgracia.

Cuando se nace se llora y la madre ríe, cuando se es infante se juega; todo es juego y el mundo juega con nosotros. Se pide cariño y se encuentra, se busca protección y la hallamos no muy lejos de nuestra piel; la tribu familiar a nuestro alrededor nos hace el centro y nos cobija de nuestra propia ignorancia.

Cuando de joven nos enamoramos, nos quemamos en el ardor del juego, devoras y te devoran; conoces el amor en el otro/a y te proyectas en el tiempo; cuando de adulto trabajamos, edificamos palacios - todo hogar auspiciado por el amor lo es- con nuestras manos y nuestros sueños, nos multiplicamos y gozamos de los hijos, los educamos y los dejamos a las puertas del futuro prestos y suficientes; finalmente cuando ancianos recordamos y echamos el ancla de la esperanza en la nostalgia, hacemos de maestros y maestras de los más pequeños, escrituramos en la mente de los hijos las reglas y normas de nuestros antepasados, nos lamentamos ya al borde de todos los caminos y finalmente nos vamos en paz entre cantos, lloros y laudes.

Esa parece ser que es la Ley Natural, como dormir y soñar por la noche y vivir durante el día, como beber cuando se siente sed y comer cuando nos llama el hambre, como cubrirse en los fríos y destaparse en la calor, como entrar a saco en la ciudadela de la pasión amorosa haciendo la suma imposible que de uno más uno siga siendo uno, y no dos.

Pero lejanos ya los tiempos en los que Dios y Adán caminaban juntos al atardecer por el Paraíso, ahora que poseemos el conocimiento y que hemos comido de su fruta dulce, ahora ya somos como Dios, por lo que lejos de los jardines del Edén y amurallados en nuestras ciudades apartadas de la Naturaleza andamos siempre tentados de escribir un nuevo Génesis parejo a nuestra idea, imagen y semejanza; así que cuando nacemos, si nos dejan, hay quien prefiere que no lloremos, cuando se es infante pronto se nos aparta del juego y se nos obliga a aprender con prisa y sin pausa en colegios y academias mientras vemos en la tele cómo juegan otros.
Vemos el nombre en los libros y luego, con suerte la figura...En otros tiempos veían la figura primero y más tarde le ponían un nombre; de esta forma creaban vida; no veían la vida amortajada bajo la palabra.

Cuando nos llega la juventud, jugamos a mayores y cuando mayores jugamos a adolescentes mientras nos roban la prole, el amor y hasta el trabajo en absurdos juegos de consumir y tirar; de esta manera, cuando envejecemos, apenas nos quedan buenos recuerdos, amigos o hijos en donde hacer descansar las remembranzas antes de que nos despachen de este mundo, muchas veces sin contemplaciones bajo la fría mirada de los ajenos.

Parecería como que andamos empecinados todo el tiempo en romper la ley más antigua, la que llevábamos inscrita en el corazón desde que nuestra madre nos regaló la luz en un supremo esfuerzo en donde a veces se dejaba hasta la vida; porque ya son muchos los que duermen al sol del mediodía y viven como las lechuzas al abrigo falso de la noche. Porque se bebe sin sed y se come sin hambre, se ve sin ver y se oye sin la escucha atenta, al tiempo que buscamos el calor en los fríos brazos de la Luna y el frescor en el calor obsceno de las nuevas adicciones, mientras tumbados en el sofá contemplamos los destellos de la vida virtual desde la más absoluta ajeneidad, tan extraña a la privacidad del corazón y a la riqueza de la imaginación, tierra ésta en donde nuestros padres crearon dioses y leyendas y en cuyo suelo fértil plantaron la semilla del ser supremo del universo, o sea, tú y yo...

FELIZ AÑO 2010 A TODOS AQUELLOS/AS QUE DE UNA FORMA U OTRA SE HAN ATREVIDO A LEER MIS ESCRITOS EN ESTE BLOG....A LOS QUE NO, QUE LOS ZURZAN....;-))

martes, 22 de diciembre de 2009

Christmas feelings


Cuando al atardecer se abren
los postigos del alma,
promesas de inocencia nacen
con su tenue fulgor,
y por cada sentencia de perdón
se enciende una vela de esperanza.

lunes, 21 de diciembre de 2009

Los cristales lentos



El cristal lento está basado en el elemental retraso del tiempo que se produce cuando nuestros sentidos captan la realidad; en concreto, la realidad visual. Si de todos es conocido dicho fenómeno en el campo de la acústica (el rayo y el trueno se producen instantáneamente, pero el sonido se atrasa) también la luz posee una velocidad finita y mensurable. Este es un hecho científico que numerosas personas no asimilan con facilidad.

No asocian la idea de "ver" algo instintivo y natural, con la noción abstracta de que los rayos de luz recorren el vacío a una velocidad de 300.000 km/seg.
Para el hombre de la calle es axiomático el hecho de que cuando "ve" algo, ese algo está ocurriendo "ahora". Para la mayoría de cuestiones prácticas el retraso temporal de la luz puede ignorarse, pero sigue existiendo.

Términos como "presente" y "ahora" pierden su significado, porque el mundo que perciben nuestros ojos está ya anticuado; es histórico en un grado ínfimo y no importa cuánto nos acerquemos a un objeto para observarlo, porque siempre existirá un retraso entre su acontecimiento y nuestra conciencia de él.
El caso más notable sobre ello está en que, suponiendo un retraso temporal muy grande, una cosa puede parecer que existe mucho después de haber dejado de existir. Así es, y el ejemplo más notable ocurre con las estrellas; algunas de ellas puede que ya no sean, pero las seguiremos viendo por años, por siglos...
Y aquí es donde entra Bob Shaw y su genial idea.

Para aproximarnos más al concepto de "cristal lento" sólo debemos recordar que TODOS los cristales, incluso los de las ventanas de nuestras casas, son ligerísimamente LENTOS... Exactamente, la velocidad de la luz al atravesar el cristal de una ventana es de sólo 193.000km/seg. Sigue siendo un valor muy alto, pero imaginemos un bloque inmenso de vidrio ordinario que tenga un grosor de 100 millones de km.
Un rayo de luz que atravesara 100 millones de km de vacío tardaría unos 5 minutos en completar el trayecto, pero en la misma longitud de vidrio emplearía nueve minutos, es decir, cuatro más.

O sea, que si te colocas en una esquina del bloque de forma que tu ojo izquierdo observara directamente un reloj situado al otro lado y tu ojo derecho viera el mismo reloj a través del cristal, tu ojo izquierdo verá el reloj señalando, por ejemplo, las once en punto y el derecho lo verá marcando las diez y cincuenta y seis.
En este caso, el ojo derecho está viendo 4 minutos en el pasado del ojo derecho; todavía más, si el reloj fuera apartado de repente tu ojo derecho seguiría viéndolo durante 9 minutos hasta que los rayos de luz atravesando el cristal emergieran al otro lado.

Durante este periodo el reloj sería perfectamente "real" para tí. La aguja que marca los minutos seguiría moviéndose, incluso aunque el mismo reloj ya no estuviera allí. Y por supuesto, no importaría que todo el bloque de cristal fuera trasladado a otro sitio: la columna de luz, retenida en su interior, continuaría creando una imagen "viva" del reloj.
Pero si todo esto es ciencia pura, llamémosla así, Bob Shaw sabe cómo hacer realidad dicho fenómeno jugando con los polímeros del vidrio, de un vidrio especial en cuyo proyecto piensa y trabaja ahora apoyado por los dólares USA.

Para Dave Dorlington, director del Tech de Massachussets, puede pensarse en estructuras cristalinas en las que un rayo de luz, en lugar de atravesarlas en línea recta, se refleje alternativamente hacia adelante y hacia atrás en un recorrido lo suficientemente largo. El resultado sería como si disparáramos un flash en uno de los lados de un bloque de 3 cms de este vidrio lento y la luz no llegara al otro lado hasta 8 ó 10 años más tarde.
Naturalmente, esta lámina de vidrio estaría negra como el azabache los primeros 8 ó 10 años de su existencia, porque ninguna luz la habría atravesado jamás; luego empezaría a mostrar todo lo que hubiera estado al otro lado 10 años antes.

Si colocamos el cristal enfocando el paisaje de un lago maravilloso, por ejemplo, esperamos 10 años para que aparezca la escena al otro lado, y nos vamos con el cristal a cualquier parte, una mina, un submarino...Durante otros diez años seguirá mostrándonos los pájaros volando sobre el lago, los animales que llegan a beber con la puesta de sol y la majestuosa procesión de las estaciones.
En aquel cristal tendríamos verdaderamente, en palabras de la antigua canción irlandesa, "luz de otros días".

Dorlington, Mc Frazer y otros científicos de las universidades californianas se mostraron entusiastas con el proyecto, esperando que en unos pocos años (no más de 7, lo cifran algunos) el "cristal lento" sea una realidad en nuestros hogares.

jueves, 10 de diciembre de 2009

She said, she said....


Pervive en mí
el silencio amargo de tu ausencia
y mis ansias por estar
donde ya no estás.
Pero me alegra el sentir
que por unos breves instantes fui
hemistiquio humilde en tu memoria,
-refugio y catedral de tu VERSO oscuro-
partiendo de la nada.

miércoles, 2 de diciembre de 2009

La edad del otoño


A partir de cierta edad los años cumplidos nos asustan, nos acogotan; son las conocidas "crisis" por las que los humanos pasamos cada cierto tiempo y de las que no se libra nadie; aunque, bien es verdad, a unos les dejan huella y a otros u otras ni les despeinan.

Dicen que cada edad trae lo suyo, y que lo sabio es remansarse y no nadar contra corriente; pero también es cierto que ciertas corrientes nos llevan a destinos demasiado intuidos y hasta temidos, y que no es fácil renunciar al deseo de perpetuarse ni a que la vida te vaya apartando de sus orillas en los disimulos imperceptibles del día a día.

Cumplir el medio siglo marca las diferencias, porque la misma expresión es ya de por sí, frontera, horizonte, límite para determinados proyectos; y si miramos hacia atrás, corremos el riesgo de cargar con un cúmulo de errores y desventuras, de aguas no bebidas a su tiempo, de cosechas abandonadas y/o del incumplimiento de promesas que yacen rotas por los lúgubres pasillos de la memoria.

Es la edad en la que empiezan a asomar los recuerdos con la robustez de un pasado lleno de causas más o menos explicativas; es esa edad en la que descubres, quizá por vez primera, el atronador discurso del silencio y de su inseparable compañera, la soledad.

Algunos humanos lo tenemos peor que otros; la cultura, la curiosidad, la salud bien llevada, el perenne interés por lo actual y sus múltiples manifestaciones me atraen con descaro, me exigen estar presente al lado de los nuevos protagonistas de esta odisea que es la vida. Pero también es el tiempo en el que el lado oscuro de la existencia se asoma a tu vida con más insistencia que en otros apeaderos de la edad; y es entonces cuando uno se siente desprotegido en medio del río, sin apenas asideros educacionales e históricos con los recién llegados, sin sitio entre muchos de los de mi "quinta"…Esos que, al parecer, ya han renunciado a demasiadas cosas, para mí irrenunciables.

Y te llaman de todo cuando emprendes aventuras en las que el riesgo ya no es, dicen, afrontable desde tu altura medio cana-medio oscura; ellos (ellas mucho menos), ya andan como los toros, buscando las tablas, perfilando la esquela que les recordará algún día en algún oscuro periódico de provincias.

Sin darse cuenta - o dándose, ¡quien sabe!- ellos solicos ya van más de entierro que de bodas, más de "réquiem" que de "aleluyas", dando adioses a tantas cosas que jamás hemos saboreado ni siquiera en nuestros más salvajes sueños, como dice la canción.

Ya digo, tal vez sea la "crisis", tal vez el otoño, ¡quien sabe!.
Pero la Vida, tan mendaz, tan zalamera y misteriosa, no tardará en hacerme creer que la primavera está a la vuelta de la esquina, y que en el verano volverá a desnudarme la piel para que el dios sol me abrase de nuevo mientras me ciega con su luz cenital.

Y yo volveré a creer en Ella otra vez, sin duda alguna; me dejaré engañar, como la primera vez que me enamoré y le dije a la reina con la que convivo aquello de: "Esto, nena, no puede morir jamás".

martes, 24 de noviembre de 2009

Desnuda


Cuando se supone que en el desnudo
habita la indefensión,
es extraña tal manifestación de poder
que ciega al hombre en su razón
y en su sinrazón forzado es
a cohabitar con la vida.
Quedemos pues en que la belleza
-la nada reflejada entre mis ojos y tu piel-
se canta a sí misma,
ciego yo en mi sinrazón,
razón de ser de mis pasos aquí abajo,
paseando mis sentidos por tu fértil tierra.

lunes, 23 de noviembre de 2009

La nada


Recuerdo que mientras caminaba de espaldas a la luz alejándome de ella, mi sombra crecía y se alargaba más y más hasta hacérseme casi irreconocibles sus contornos. Cuando ya cansado de la marcha me volví, apenas distinguí un punto de claridad allá a lo lejos, tan débil y diminuto que consideré imposible volver sobre mis pasos y regresar.

No empecé a sentirme mal en aquella burbuja de oscuridad hasta que me observé; ya no habían brazos, ni manos, ni pies, ni cuerpo alguno. Arrebujado en la sombra, yo ya no existía.
Aquel lugar bien podría haber sido el mismísimo infierno.

jueves, 19 de noviembre de 2009

Separación


....Cuando el vértigo ciego de la noche
nos dispersó con su mano invisible,
abrazado a la carne inerme de tu silencio
me cubrí con la esperanza del usurero
que en la soledad táctil de las horas
cuenta y recuenta visiones imaginadas,
secretos de amor, regalos insoñados,
juegos entre tú y yo,
cuentos....

miércoles, 4 de noviembre de 2009

Hasta luego, amigo


Esto que más abajo subscribo y firmo fue el intento vano de que un buen amigo, forero de METEORED (posiblemente el mejor foro de meteo de Europa), se desdijera de su adiós a dicha web y no se alejara del calor amigable de las charlas que tanto nos entretuvieron durante tanto tiempo.

No le convencí; sin embargo, puesto que el verano se alarga (¡Coño que si se alarga...!) he pensado hacer un "cut and paste" de las palabricas con las que probé a desanudar su promesa de marcharse, palabricas que por su enjundia y colorido he creído merecedoras de ser expuestas en este escaparate público del blog.

Todo ello, a la espera de que las musas otoñales se decidan de una puñetera vez a hacer acto de presencia por nuestra tierra. Porque de muchos es sabido -si es que han tenido la molestia de acercarse a mi persona y conocerme aunque sea minimamente-, el otoño, la antesala del "Sancta Sanctorum" de mi diosa particular, Hécate, "me pone" y ayuda a que el poemario que se cuece noche y día dentro de mi imaginación deje de ser latido anónimo del corazón y se haga "aria cantata" en los oídos del alma de todo aquel que me lea; con ello me conformo y aún con menos, que uno no es muy acaparador de aplausos y piropos, aunque reconozco que muchas veces me los merezco si hago comparativas con otros juglares de mi estirpe y tiempo.
Y dicho esto, vayamos al grano, que dijo aquel...


No sé si leerás estas líneas, porque igual que cuando uno piensa en la muerte tiene la secreta e inconfesable creencia de que podrá ver a través de algún agujero al mundo huérfano de uno mismo, así también pienso que quizá estés satisfaciendo alguna querencia del ego y leyendo cómo se ha quedado el Foro sin ti.
Seguro que tendrás tus razones, como yo las tuve cuando hice el intento de abandonar esta república de cielos clariones o ennubarrados; tú sabrás, pero de lo que no hay duda alguna es que con tu ausencia las personas que acostumbramos a razonar más allá de las líneas establecidas por la razón y la lógica perdemos un valioso personaje.

Llevo en Meteored muchos años y he visto abandonar este ágora a gentes muy valiosas; gentes cuya razón primordial quizá no fuere la meteo sino la necesidad imperiosa de hablar (o decirse a uno mismo; muchas veces es lo mismo) de esos contrapesos que a "los machos listos" que decía mi amigo Plinio, el de Tomelloso, nos lastran y nos impiden llevar una vida satisfactoria y plana como la de los idiotas; o si prefieres, como la de los pequeños hombrecillos grises y burgueses que no dudarán en matarnos por sus ideales de sofá, polvo semanal y telekaka.

No te estoy pidiendo que vuelvas, pero la sugerencia es tan ovbia...No obstante, si has elegido el silencio por el hastío de no repetirte o simplemente por no cansar al personal, que sepas que uno siempre vuelve como Sísifo a subir dolorosamente la piedra de la existencia una y otra vez; es el sino de los que sabemos algo de toda esta mentira tan hermosa que es la Vida.

Sólo te deseo que cuando estés en plena faena luchando por buscarle a tus emociones lugares más adecuados y luminosos, pienses que la necesidad de hablar del mundo propio es eterna y que por aquí la gente habla de eso cada vez menos y con una inquietante torpeza.
El foro, el mundo, la vida en sí misma, se empobrece si los mejores os marcháis; cosa curiosa, los mejores ciudadanos de esta república tan particular no suelen hablar mucho de meteo... Los nubarrones y los cielos azules pintan mas por dentro, y es posible que hasta los truenos suenen mejor en la carcasa del alma.

Así que, Oh tú, Ulises, que los hados te acompañen en tu travesía por estos mares procelosos en donde muchas veces navegamos como Tristán, sin velas, remos o gobernalle, acompañados por la solitaria música de la lira y con la mirada siempre fija en Isolda, digno ideal de todo caballero que se precie, en medio de la única y más emocionante aventura que cualquier ser humano pueda paladear: la Vida.
Un abrazo

lunes, 26 de octubre de 2009

That's Art


Podríamos perdernos en vaguedades y tecnicismos buscando la definición estricta de lo que es el Arte. Un academicista quizá nos dijera que el Arte es la expresión de lo que de bello tiene la realidad, y tendría razón. Un creyente heterodoxo tal vez nos confesaría que el Arte es la mirada de Dios sobre el mundo, y por lo tanto el mismo Dios contemplándose a sí en cuanto expresión viva -animada o no- de su propio pensamiento. ..
Si yo me atreviese a presentar mi propia visión sobre el asunto, añadiría a todo ello diciendo que el Arte es la casa del Deseo, porque tiene la magia suficiente como para que nuestras ansias más recónditas se cumplan; o al menos se aplaquen, cobrando vida en los escenarios de la imaginación, en donde podemos ser testigos inafectados y al mismo tiempo hacedores de todo aquello que los dioses tantas veces nos niegan, unos dicen que por azar, otros moralizan la causa dolosa acudiendo a la necesidad.
El Arte es el escape perfecto para pasar del Desear al Querer, sin que hagamos mayor gasto en ello. Digo esto porque yo pienso que se puede hacer una clara distinción entre el Desear y el Querer.
El Deseo está dentro de nosotros como motor de vida, esperando que algo lo mueva hacia afuera, que lo incite y lo invite a apoderarse de ese trozo de ajeneidad que se nos presenta. Vivir es desear todo el tiempo, ser influidos por el mundo y volcarnos sobre él con el ánimo de apoderárnoslo, hacerlo nuestro y construirlo a nuestra imagen y semejanza si es posible. Nace pues el Deseo primero, y luego la Querencia. Pero para "querer" no sólo hay que poner en marcha a la voluntad, sino que también tiene que establecerse de algún modo un contacto material con el ser deseado.
En el Querer hay necesariamente un movimiento centrífugo del yo a la "realidad" próxima o lejana, y como consecuencia influimos sobre ella y, querámoslo o no, la transformamos.
Sin embargo yo puedo desear a una mujer, pongamos por caso, soñar con ella despierto, poemizarla, esculpirla, filmarla, pintarla o musicarla, y no acercarme a ella en absoluto.
Y eso es así porque en última instancia, reconozcámoslo o no, no la quiero "tal como es"; puede que haya una voluntad insuficiente, un miedo al contacto o una imposibilidad de cualquier clase; la consecuencia es que de tal "impureza" mi deseo nace solo. Renuncio en cierto modo a apropiarme y dejarme que me posea el objeto de mi deseo, y por tanto me enamoro del deseo porque sé que es parte de mí mismo. Todo queda en mí, es un movimiento centrípeto, no hay transformación aparente del objeto deseado; en todo caso es el observador el que sufre el cambio, si es capaz de narrar por cualquiera de los medios de que el Arte dispone la subjetividad sentida ante la visión externa del objeto que despertó su deseo. ..
Mi padre fue un hombre bueno, en el más extenso sentido del término “bueno”. Como persona que vivió junto a mí tantos años,  no era un ser perfecto porque la palabra perfección fue desterrada por la mente humana hace milenios, cuando puso a la Ley por encima del Hombre y al Hombre al servicio de la Ley. Pero no hay Ley en un hijo cuando juzga a sus padres, o al menos así debería ser, y la revista literaria La Sierpe y el Laúd me dio generosamente la oportunidad de demostrarlo cuando me publicó un relato sobre él.
Gracias a la revista literaria ciezana, murciana, y casi universal ya a la que pertenecí algunos años,  la percepción que tenía sobre la persona de mi progenitor creció en cariño y en belleza;  no me dijo jamás lo que pensó cuando leyó mi relato, sin embargo la visión que yo tenía sobre él sufrió algún cambio. Desde entonces hasta que nos despedimos a las orillas de la muerte, lo sentí más dentro, más cercano, más “mío”. Interioricé su existencia, parte importantísima de mi vida, y a través de la palabra pude acercarme a su identidad todavía más de lo que lo había hecho en todos los años anteriores.
  Por lo tanto, no quiero decir con todo esto que el artista prescinde del mundo, ni mucho menos. El verdadero artista se mueve con el mundo, le sacude la materialidad que lo ahoga, en cierto modo se apropia de él, lo sublima y le devuelve la dignidad que el sufrimiento le ha robado. El escritor -más cercano a mi vocación que cualquier otra rama del Arte- no intenta en principio cambiar nada ni a nadie; pero de su palabra, la emoción más irracional o el sentimiento sin dueño que tantas veces nace del corazón humano, cobran identidad, se hacen universales y adquieren la paternidad deseada que la animalidad le sustrajo en el mismo momento de nacer.
Es entonces cuando surge el Arte, el velo de belleza que cubre mi deseo, que me desvela por completo o a esa parte de mí que soy incapaz de ver si no es a través de ese poderoso atractor que nace, vive y respira dentro y fuera de mí. En el fondo se trata de un juego en donde el buscador, a través de la palabra si es el caso del escritor, intenta encontrarse a sí mismo; cuando la imagen en el poema, o en la novela o cuento esté bien enfocada, la búsqueda habrá acabado porque el buscador es en última instancia lo buscado y quizá sea ese el postrer propósito del Arte.
El mito de Narciso se remueve entonces en las aguas oscuras de la vida para redescubrir que el sentido de lo bello está dentro del alma humana y que la belleza que arroba, que cautiva al alma es, en definitiva, el propio Artista, el cual "se cosifica", se instrumentaliza para existir sólo para y por la imagen que ha captado fugazmente en el estanque de la vida, su propia imagen, la imagen del Dios hecho palabra y tiempo.

miércoles, 30 de septiembre de 2009

Y el silencio olía a ti


Fue un atardecer de oro.
El río vestía de verde viejo,
puñales de sangre abrieron la noche.
Entre el suave meneo de aires y cañas,
la luz estalló a lo lejos.

Los lazos de la brisa anudaron
terciopelos negros en mis dedos,
mientras el sol se cuajaba en sombras
que orillando contrastes,
buscaban con sus lenguas
la atonalidad distante de todas las cosas.

Mecida por el véspero,
la imagen rota de una idea
dejó de ser pasado imperfecto,
y en un hueco de mi memoria
comenzó a crecer un musitado “te quiero”.
El vago perfil de tu presencia
esbozó entonces el paisaje de un sueño,
y un perfume añejo como el tiempo,
saboreó el lento desfilar de la horas.
Y fue la mañana
y ya no eras.

Rumoroso, quedo, primitivo,
el río fue levantando árboles,
bañando hojas,
y en la soñolienta agridez del nuevo día
mi Yo pregonó su silencio,
y el silencio olía a ti.

sábado, 26 de septiembre de 2009

B.B. cumple los setenta y cinco


Confieso que me ha cogido de sorpresa, porque no creí jamás que uno de mis mitos eróticos fuese tan mayor. Y es que madame Bardot, la BRIGITTE, la francesita de labios carnosos que mi imaginación los hacía cumplidores al tiempo que modélicos, completará el lunes su 75ª vuelta alrededor del sol.

Aquella BB sensual donde las haya y tan apetecible, al igual que The Beatles, o The Rolling Stones, o Bob Dylan y tantos otros maestros del arte y de la imaginación, fue uno de aquellos "objetos pop de culto" que la dictadura franquista nos robó a los jóvenes y no tan jóvenes de aquella maravillosa década de los 60 de la que tuvimos noticias completas tarde, demasiado tarde para alistarse uno en sus filas y defender o saborear los ideales y las imágenes de todos aquellos mis héroes de leyenda juvenil, que en aquellos dos históricos lustros pasearon su existencia por el calendario en sombras de aquella España cuartelaria de misas y rancho pobre.

Aquella francesita prototipo de la Lolita de Nabukov, la de la voz insinuante de la primera versión de "je t'aime, moi non plus", la musa francesa que exportó su imagen y semejanzas a todo el mundo hasta hacer exclamar a De Gaulle que junto con la Renault, era el objeto mejor exportable de la douce France, llegó tarde a mi vida, como tantas cosas para los de mi generación de confesionario y viernes de pasión y penitencia.

Pero como más vale tarde que nunca, el icono sexual de los 60, tarde, muy tarde, ya digo, se me presentó una noche en la pantalla del cine Galindo susurrándome deseos inconfesables mientras su esposísimo, un tal Roger Vadim, me comunicaba por el otro oído el mensaje principal de aquella velada de cine y pipas: Et Dieu crèa la femme.
Fue entonces cuando comprendí el Génesis de mis sueños y ya todo no fue igual, a pesar de que Moisés se empeñó una y mil veces en recitarme el Decálogo judío desde la cumbre de su Sinaí.

Su recorrido posterior por los salones de la política me resbalan por los canalillos del olvido...Que si defendió a los animales pero atacó a los inmigrantes, que si esto y lo de más allá...
BB, la única "gabacha" a la que concedería mesa, techo y cama (bueno, lo de cama es mucho decir) se me quedó hospedada en los circuitos más nobles de mi memoria como lo que fue y representó en la vida de tantos hombres de cualquier longitud y latitud de este planeta; como la compañera a la que alguna vez quisimos tener y poseer, aunque sólo fuese por alardear de hembra o por aprender su lengua, que era tan dulce entonces como la geografia de piel y besos de su cuerpo.
Dios me perdone y nos tenga a los dos en su bendita Gloria cuando haya menester.

lunes, 21 de septiembre de 2009

Post estío




Se apagan los días del verano y con ellos se marchan mis pasos
sobre las arenas del viento al destierro del frío invierno,
cubriendo todos mis empeños en pura arqueología rústica,
jardines de piedra, plegarias inútiles cobijando bajo el temblor
de mis hogueras la banalidad de mis sueños.
Queda aquí mi alma a las puertas del ocaso editando silencios,
tropezando como es ya habitual en mí entre ayeres y entonces,
pero respirando confiadamente de nuevo -¿por qué no?-
por entre las grietas de tu recuerdo,
mientras busco afanosamente el lenguaje que encontré en tus labios,
palabra húmeda en la noche insomne de la carne,
momentos de unos días en los que me perdí en tu sexo.

martes, 1 de septiembre de 2009

El duelo


Para uno, que es muy particular y así me reconozco y me lo reconocen los pocos que pretenden conocerme, con el último trallazo de la traca de la Feria de agosto, pone fin al año y se prepara para cubrirse con la mortaja del otoño. Tal que la idea crística; muero para renacer otra primavera, otro verano, si el Autor de mi vida así lo quiere o se le antoja.

Y como no teniendo nada en particular que decir todavía -mentira podría, claro, pero....- he encontrado en mis viejos papeles un poemilla que escribí allá por mi primera juventud dedicado al duelo; en concreto, la idea me vino inspirada al asistir al duelo por la muerte en trágicas circunstancias de un tío mío.

Que lo llores con provecho, tú, ser inteligente que has acertado a llegarte a este pago, con razones o al albur; que en los ignaros dictámenes de la divina providencia viene a ser lo mismo.

Nadie lo supo hasta que lo encontraron muerto.
En su mano pendía algo escrito,
quizá una factura,
algún recibo,
algún verso…

Vaciaron de tierra su tumba,
cercaron de soledad el huerto,
el notario certificó la despedida
y una lápida encarceló sus sueños.

El suelo irradiaba fuego;
por la piel quemada del paisaje
vagaba el estío ocioso.
La vecina seguía engañando al prójimo,
el señor feudal recuperaba lo perdido,
el cura llenaba de lágrimas el púlpito
-el confesionario olía a infierno-.

De noche, el mundo acurrucado en sombras
ponía sordina a la frustración
recortada en densos silencios,
mientras la pareja de civiles hacía la ronda
junto al abandonado convento.

Don Gaspar despertaba a su señora
-cien kilos de grasa y sebo-
mientras le echaba la pierna por encima
escondiendo el alma tatuada entre sus senos.
En la casa de enfrente se encendían “avemarías”.
El pueblo entero hacía la corte y el honor
a la joven viuda en su duelo.

Viejos consejos,
sobadas maneras,
un chiste mal ocultado,
cansancio en los llantos,
profundas ojeras.

Don Braulio,
soltero de profesión,
cincuenta años esperando desde su varonil acera,
ve alejarse la ilusión de llenar
de femeninas curvas su malgastada cama;
la cena, abundante y como siempre exagerada,
llenaba de gases la cárcava
y juntando con apuros las nalgas
rezaba por no explotar en silbidos y truenos
en aquella santa casa,
en donde las musitadas plegarias
ahuyentaban el ruido del dolor entresijado en las almas.

Pasaban las horas,
el frío tiritaba entre mandíbulas huecas.
La zorrera tabaquil nublaba la mirada
de Don Braulio,
empeñado en examinar a la enlutada viuda,
la cual, al tiempo que ensartaba los rezos del rosario,
había dejado escapar al suelo
-más por cansancio que por otra vana querencia-
el velo protector de sus piernas.

La noche resbalaba entre suspiros y ayes.
Los gallos daban sus iniciales cantos.
Había sueño en las escasas palabras
y los rezos y consejas habían hecho ya
la última despedida al muerto.
Poco a poco la parroquia se fue marchando,
y entre "adioses" y “hasta mañanas”
el muerto y su heredad
se fueron quedando solos.

miércoles, 19 de agosto de 2009

Doutzen


Se llama DOUTZEN KROES, pero lo del nombre es lo de menos.
Le seguía la pista desde hacía algún tiempo por los spots televisivos de una marca francesa de champús, pero por más que indagaba sobre su identidad, los resultados eran nulos. Su rostro me decía algo, como si la conociera de no sé de dónde ni de cuándo, si era el rostro de alguna vecina, de alguna parienta o amiga...
Hasta que recordé que...¡Ahí va, si está San Google!

Así que le puse algunas velitas al Santo más Santo de mi devoción y esta mañana, dándome una vueltecica como acostumbro por los amenos territorios cibernéticos de YouTube, ¡zas! ¡milagro!, se me apareció la solución.
En cierto modo y de alguna manera, "me he hecho con ella"...¿Qué cuesta soñar?

Después de todo y tal como canta A. Sanz en su canción Y SI FUERA ELLA, la mujer que todos los hombres buscamos porque todos la llevamos dentro pero que muy pocos la encuentran, (¿cuántos, eihn?) suele aparecerse bajo el manto de su avatar en ciertas mujeres que se nos aparecen de vez en cuando.

El problemo y bien gordo para nosotros es cuando confundimos la imagen de la Diosa con la Diosa misma; y no es lo mismo, ¡qué va! No, no es lo mismo.
Pero la vida está llena de sucedáneos, y de sabios es el contentarse con ellos; aunque los poetas solemos preferir estrellarnos en la crudeza de cualquier desengaño.
Esto algunos/as lo llaman masoquismo...

martes, 11 de agosto de 2009

La visita del terror


Relato a prisa y corriendo de los acontecimientos que tuvieron lugar en los cielos de la ciudad de Cieza y comarca, la tarde del 9 de agosto de 2009


Las 16'20 de la tarde. El sopor me tiene adormilado en el sofá, párpado arriba, pàrpado abajo, a la espera de una visita que se ha apuntado a última hora a la sobremesa. El bochorno es insoportable y en mi cerebro parece que todo pensamiento estuviese inmovilizado, pero la oscuridad inusual que se cuela por el balcón me despierta alguna que otra inquieta sensación. En una de esas veces en que parece que el sueño me vence oigo sonar el móvil. Es Claudio Caballero.

Le escucho a duras penas mientras avanzo trabajosamente por tierras de la vigilia recién despertada; me habla nervioso con la voz alterada de la presencia de un "enorme bicho" por los cielos cabalgando a lomos de la siesta.

Me invita a presenciarlo y me cita a unos 500 mts más allá de la Venta del Olivo, donde existe un vado que pasa por debajo de la autovía Murcia-Albacete. Intento excusarme aduciendo como causa y efecto el horrendo calor que nos azota a esas horas, pero finalmente la adrenalina que al parecer los meteo-locos llevamos en los genes me azuza a levantarme del asiento en donde yazgo desmadejado y sin ansias y decido ir, así que me tomo un café a pie de cocina, enciendo un pitillo y cogiendo las llaves del coche me marcho.

Ya en la carretera observo que los estratos cubren todo el horizonte norte, sin apreciarse forma alguna de los cumulonimbos que seguramente ocultan tras su capa grisácea; pero me huelo que allá hay algo escondido, y no bueno; la radio de onda media con sus inconfundibles chasquidos eléctricos y alguna "culebrina" que se dibuja en el negror que tengo delante me dan la razón.

Me pregunto con cierta inquietud qué demonios me deparará la tarde, al tiempo que paso por delante de la Venta y me adentro en aquella oscuridad sospechosa.
"Estas nubes de verano son siempre peligrosas, aunque muy espectaculares", me digo mientras dejo que mis nervios enciendan otro cigarrillo.


Ya he llegado al sitio indicado y Claudio aún no ha llegado, aunque me acaba de llamar comunicándome que está en camino. Llueve intensamente y por los cielos parece que hay una estampida; es un trueno largo e informe, sin la melodía conocida y sin ritmo.

Llega mi amigo, charlamos un poco y como vemos que con lo que está cayendo es imposible ver nada concreto, desistimos de echar fotos y nos vamos más abajo, a la propia Venta del Olivo. Además, está entrando agua, barro y restos de ramas y piedras en el pequeño túnel, por lo que algo temerosos del nivel que puedan alcanzar los acontecimientos salimos raudos de allí. A todo esto, la temperatura ha bajado de forma ostentosa y las rachas de viento y agua helados nos azotan las piernas y la cara.

Llegados a la Venta nos reguardamos bajo la marquesina de la gasolinera. Empieza a caer granizo en pequeñas proporciones. Como somos ya bastantes los que estamos guarecidos del cielo en aquel lugar y no queriendo molestar a los encargados del surtidor, dejamos el refugio y nos volvemos a Cieza con el bicho a cuestas.

Lo veo por los espejos y su aspecto es cada vez más y más amenazador. Suponiendo que estamos fuera de peligro y que la dirección de la célula tormentosa no nos coge en su recorrido, nos apartamos a la altura de Cárnicas Pastor.

Nos bajamos de los autos y contemplamos el espectáculo celeste más tenebroso y caótico, pero a la vez más hermoso que ambos hayamos podido presenciar en nuestra perra vida. Un arcus gigantesco que llena casi todo el horizonte visual se alza a unos 40º sobre el cielo; sus "barbas" verdosas no presagian precisamente nada bueno.

Pero con todo lo fabuloso que pueda ser su estampa, lo que más nos roba la atención es lo que dicho arcus lleva "atado" en su cola por el suroeste; un círculo descomunal de nubes negrísimas está girando en el sentido ciclónico y en medio de los "wallclouds" de sus bordes se adivina el hielo azul verdoso del pedrisco.


Entusiasmados con lo que estamos viendo y mientras le disparamos foto tras foto, no nos damos cuenta de la peligrosa cercanía de aquel embudo negro. El borde de la supercélula comienza a levantar un viento huracanado, que debido a la tremenda sequedad del terreno es lo más parecido a una tormenta de polvo y arena; mis recuerdos del Sahara en mis años de "mili" se abren paso en mi memoria por unos instantes.

Salimos a desgana del escenario; nos hubiera encantado estar allí unos minutos más, pero aquello se nos echa encima. Volvemos a los autos y seguimos vigilando los espejos. Al llegar a la altura del restaurante La Cabaña, aparcamos de nuevo con el ánimo de despedirnos del show estival e incapaces de dejarlo allá arriba sin ponerlo de nuevo delante del objetivo de nuestras cámaras y de nuestros ojos.

El arcus remonta la Sierra de Ascoy con su cortinaje de oscuridad, pero el aspirador giratorio que lleva asociado más al sur parece que viene en nuestra busca, encajonado en el valle del río Segura.
SU ASPECTO ES ATERRADOR.
Sobre todo su ojo verde azulado, alrededor del cual gira el sistema. El asombro nos detiene más de la cuenta, hasta que oímos un tremendo golpe en la uralita de uno de los tejados del lugar.

Claudio y yo nos miramos y con pocas palabras montamos otra vez en los coches y con prisas y sin pausas volamos a lugar seguro, para nuestras cabezas y para la carrocería y cristales de nuestras monturas mecánicas.
Llego a casa justo a tiempo. A los pocos segundos, el cielo comienza a derrumbarse con infernal estruendo.

(En ESTA WEB se puede ver el reportaje que arriba describo con fotos del evento)

miércoles, 5 de agosto de 2009

La Dama de los Cabellos de Oro


En los mundos de la Imaginación y de la Magia, es imprescindible seguir ciertas reglas dictadas desde la Antigüedad más remota a todos aquellos y aquellas que nos atrevemos a navegar por tan procelosos mares. El conflicto sobreviene entonces al no saber convivir en dos mundos que, aunque discurren paralelos y tienen la misma base mental, tienen que disciplinarse por leyes insalvables....Insalvables si queremos seguir jugando, disfrutando y existiendo en ambos.

Fue lo que supo Cenicienta desde el mismo momento en que pisó palacio, aunque el embrujo de la noche y de los encantamientos que le rodeaban estuvieron a punto de hacerle caer por el precipicio del desengaño; malparada y enormemente amargada llegó a casa, antes de que su amado descubriese que la carroza sólo era una vulgar calabaza y que los hermosos corceles que tiraban de ella no eran sino meros ratones.
Las normas estaban claras: a medianoche la bella criada debería volver a su horrenda condición, bajo las innobles leyes que su madrastra y sus hermanastras le dictaban.

Cuando la vi y ella me contempló mirándola, supe que tal como ya había ocurrido anteriormente en otras ocasiones parecidas, debía ajustarme a las leyes que los mundos de la imaginación imponen de forma inexorable.

Los hombres solemos confundir el avatar de la Diosa con la Diosa misma, de ahí la causa de muchos fracasos amorosos. Pero uno ya va siendo zorro viejo y sabe -¡ay, qué pena penita pena!- que ambas "realidades" no son casi nunca idénticas, por lo que el deseo de apegarse a la imagen y enredarse en la torpeza de idilios fantásticos terminan pronto, mal y con daños muchas veces irreparables para el alma de los amantes.

Acabó el verano y nos separamos sin saber nada el uno de la otra, ni nombres, ni historias ni currículos...
Sólo el recuerdo vivo de sabernos felices mientras anduvimos por realidades que, por más que las prologásemos, jamás llegarían a existir juntas. Una cabellera envidiada por el sol de poniente, un cuerpo en donde la música de la vida sonaba hermosa aunque distante y un álbum de recuerdos escaso, como casi todos.

Supongo que con los primeros vahídos del otoño, el sepia de la memoria marcará la vivencia con la distancia imposible con la que suelen terminar estas aventuras por la tierra de los cuentos de hadas, monstruos y caballeros andantes.
Pero si hemos sido lo suficientemente inteligentes, siempre quedará un zapatito de cristal como pista, dejado con las prisas del día a día en las escalinatas de nuestro Palacio Interior.
Ya entonces sólo bastará que nuestro Príncipe inicie la búsqueda de la Princesa desaparecida allá por los años de nuestra infancia, cuando alguien nos convenció de que los cuentos unicamente son cuentos, y que los cuentos, cuentos son.

(Written any day at any time. La Manga, July 2009)

miércoles, 8 de julio de 2009

Donde reside la poesía


Desde que dedico parte de mis días a cortejar a la poesía, siempre me he preguntado si el poeta o "aprendiz de", debe necesariamente navegar por espacios de tristura para poemizar la realidad que le envuelve, ya sea por mares interiores o por paisajes robados a la realidad, o si por el contrario encuentra belleza en la palabra siendo también persona riente y enmarcada en la felicidad de este mundo.

Sí pienso empero y de ello me siento creyente, que de la bobería complaciente del que nada aborrece ni a nada aspira no se obtiene más que ripiosas imágenes de mundos que, por escasamente vividos y poco sufridos, apenas encajan con vida alguna; ni con la propia, ni mucho menos con las ajenas.

El dolor correctamente asimilado, es decir, presente y testigo fiel de su incómodo discurrir por las emociones, produce alejamientos beneficiosos de todo aquello que daña el existir placentero al que todos aspiramos. Con el dolor descubrimos la capacidad de sobornar a la espesa condición humana cuando los días no suben y bajan por el calendario a gusto nuestro. Entonces nace una necesidad nueva, la de engañarnos con elegancia, con el único ánimo de resistir y también de lucir ante los demás las heridas de la lucha entre el Destino terco y mi deseo de manejarlo a mi antojo.

De toda esa oscura lucha, si uno o una tiene las herramientas listas y el alma con las ventanas abiertas y en carne viva, nace el bendito placer -bañado quizá en cierto sadomasoquismo- de engañar al sufrimiento, aún a sabiendas de que en esa guerra no se sale victorioso jamás; los dioses vencen, siempre, pero no convencen, nunca.

Todo ello me hace creer que es imprescindible cierto grado de oscuridad en el alma para que la poesía venga a la luz de la conciencia y reine en las tenebrosas parcelas de la sempiterna derrota humana.
Y vuelvo al principio y renuevo la pregunta: ¿Puede el poeta satisfecho y contento despertar la maldad ególatra de los dioses y obligarlos a luchar en tan desigual batalla, "obligando" al Destino a ganar una y otra vez la guerra universal del Hombre/Mujer contra los hados del Olimpo?

Concluyo y dicto para mí que el artista encuentra en sus lágrimas y sólo en ellas, la mejor medalla concedida por los señores del Olimpo, ganada -mejor diría arrancada- contra todo aquello que se opone al ideal imposible de estar vivo gobernando todos los sueños, uno a uno.

martes, 30 de junio de 2009

El espejo


Paseos por el viejo pueblo
bañado en la luz incierta de las horas
tardías, divino y culpable,
ángel caído a la vera de una tarde
merecida en su influjo por la pena.

Me detengo ante un antiguo caserón
en donde mi infancia solía sumergirse
en la abundancia y en la inocencia.
Frente a la ventana hay un antiguo espejo.
Me asomo a él y allí me veo.

Tras mi ajado rostro hay sombras fiscales
y jueces bajo oscuras togas.
Una visión asomada al azul de su mirada
yace sin luz ni rumor,
entre las líneas paralelas de algún poema.
En la infinitud de su belleza
hallo mi esperanza y mi condena.

jueves, 25 de junio de 2009

Destino


¿Qué palabras faltan,
qué más hay que añadir,
qué necesito decir
para que las imágenes despierten
de su sueño de piedra?

¿Dónde está el conjuro,
dónde el hechizo mago?
¿En qué dirección debo mirar
para acertar a tenerte
sin romper los hilos
que el obstinado destino teje
-a espaldas tuyas,
a expensas mías-
para que sin que cambie nada,
todo cambie?

miércoles, 10 de junio de 2009

Escucha...


Es inútil establecer la lucha entre Yo y mi ego, entre yo y mis apegos, por la sencilla razón que el ego estará siempre detrás de toda lucha, de todo conflicto, tratando de "ponerse la medalla".
Ya de por sí hacer dos bandos dentro de uno mismo es locura, es dividir, zanjar, separar, crear entes en guerra allí donde sólo somos UNO.
Nos confundimos con lo que somos cada vez que oímos, escuchamos y dialogamos con esa vocecita que más o menos está situada entre las cejas y detrás de los ojos....Pero allí dentro no hay tal cosa.
Aprendamos a negarnos aunque socialmente sea necesario nombrarse como Pedro o María o Alberto o...Porque sólo el que se niega a sí mismo/a podrá merecer seguir al Maestro.

No luchemos pues contra nada que crezca dentro de nosotros, no intentemos derrotar a nuestras emociones, apegos o sentimientos porque con su derrota vendrá la nuestra.
Escuchemos en silencio....¿Pero sabemos realmente lo que es escuchar?

Escuchar es no juzgar aunque nos conmovamos por la emoción, escuchar es no dialogar con "esa vocecita delicada" que surge desde el centro de nuestra cabeza, escuchar es contemplar en el más absoluto silencio dentro de cada uno el desarrollo de la vida, contemplarnos cómo lloramos, cómo reimos, cómo trabajamos, cómo nos movemos por y entre la gente. Escuchar es también involucrarnos con la Vida, mojarnos en ella, saciarnos de ella y perdonarnos absolutamente todo lo que nuestra experiencia nos traiga en el día a día....Y al final de cada jornada, borrar archivos, entregarse al vacío de la muerte en cada noche y confiar en la resurrección que trae el nuevo día mientras nos sumergimos en el silencio mental, relajamos el cuerpo músculo a músculo y nos dormimos.
Hay que reprogramarse la vida, hay que simplificar la vida, saber qué es imprescindible y qué no, luchar por conseguir un hogar protector, un cuerpo sano, un planeta limpio, un trabajo digno, un salario justo, personas a las que amar y a las que servir, sin vanas discusiones, sin intentos de convencer, huir de las vanidades, alegrar al afligido por la desesperanza y la enfermedad, consolar, curar, vendar la herida ajena, cantar, reír y danzar en todo momento y ocasión alabando aquello que se encarnó en ti y en mí para regocijo de todas las galaxias del Universo.

Porque no danza o canta o baila Pedro, Juan o Susana o quien sea, sino que somos el canto, somos la danza, somos la risa, somos el llanto, el grito, la esperanza, la tristeza y la alegría....Somos la Vida, somos el Uno encarnado, viviendo en ti y en mí, somos el escenario en donde Dios canta y ríe y baila y llora...

No somos NADA MÁS, créeme, tu nombre, tu historia, tu currículo es un astuto juego de la memoria que se dispara en cuanto alguien te pregunta: ¿quién eres tú?

domingo, 31 de mayo de 2009

Paseo nocturno


El rasgueo de una guitarra rompe el aire denso de la noche,
llenándola de extraños coloquios que de puntillas
se cuelan en la plaza esculpida en negros cantos de grillos.
El silencio es un grito que brota de piedras y paredes.
Es noche cerrada.
Han dado las tres y el campaneo ha resbalado perezosamente
por el severo perfil de la torre de la iglesia,
dejando luego huecas las callejuelas tras su paso solemne.
Se cimbrea la oscuridad al beso de la brisa primera
dibujando fantasmas y dulcineas en cada esquina.
Los adustos devaneos del viento, borracho y canturrón,
va dando portazos batiendo puertas y persianas
mientras que por poniente azulea la noche chica del relámpago
de vez en cuando.

lunes, 18 de mayo de 2009

Atrapado


Naciste de la calma silenciosa
de las tardes del estío,
cuando el sol se hace vino en la sangre
y la tierra abre agobiada sus carnes
al tacto sensual
del atardecer solícito,
que hunde sus manos
entre las sombras recortadas
de la amable geografía de tu cuerpo.
Tras un espejo de suspiros y goces,
ocultas en tus ojos
la dulcinea de un hombre.

Fugacidad de Ella


Dos semanas duró la obsesión; cada mañana despertaba enfebrecido. Hasta que un día las ilusiones dejaron de tener sustento; era que el verano había terminado llevándose con él a la Diosa de los Cabellos de Oro. Y eso fue todo.
Aquel verano sólo hubo un acontecimiento: Ella.

sábado, 9 de mayo de 2009

Erik, el rey



Los días de Erik V Glipping se acaban. Él lo sabe, lo barrunta, cuando se confiesa cansado y vencido por todas las intrigas que sus mismos nobles han tramado para hacerle caer del trono de Dinamarca.
No ha sido fiel a los amigos, ha engañado a propios y extraños y poco ha sido el provecho de su política errante ante Dios y ante su Iglesia teniendo que ceder derechos y privilegios a nobles y obispos.
Pero a pesar de todo ello, aún a sabiendas de que no ha sido un buen ejemplo para sus propios hijos, Erik y Cristóbal, y que cambió el lecho de su esposa Gunnhildr, la reina fiel, por la juventud ardiente y mendaz de la esposa de Einarr, a la sazón su mejor y único amigo, en las horas amargas que preludiaban su muerte a él se confiesa en este bello poema que Adam Oehlen Släger rescata del pozo de la leyenda.

Porque nos fue dada la palabra
y la presencia de la luz en medio de las tinieblas,
es tiempo ya de que iniciemos, amigo Einarr,
sin premuras pero sin pausas melancólicas,
el camino que hay más allá de los miedos
y de la desesperanza de estos días.

Porque vemos que la fuerza nos traiciona
y aquellos con los que contábamos
nos olvidan y abandonan,
horas son ya de que vayamos abandonando
los inventos y el tiempo de los hombres
y comencemos a desvelar
y a saludar con profundo regocijo,
el amable rostro de Dios,
sus inventos y sus eternidades.


Einarr, su mejor guerrero y consejero además de amigo, perdona, escucha y comparte la pena; ello no es óbice para que nada más amanecer el nuevo día dé muerte al rey y él mismo se arroje por la ventana de la torre más elevada de palacio. Es el precio del honor mancillado, pero también el precio que la amistad le impone y al mismo tiempo su propia derrota, como esposo y como servidor del rey.

domingo, 19 de abril de 2009

Mi novia resalá


El Maestro Diplomado y Pensador (MDP) y aprendiz de poeta entre otras muchas cosas, ha estado cinco días a la vera de las olas en las playicas de La Manga.
Confieso sin rubor mi enamoramiento de aquellas orillas dobles de la mar, en donde posiblemente he pasado los mejores periodos vacacionales de mi vida y momentos inspiradísimos en los que encontré hospedaje a los sentidos y ternura sanadora a las emociones.
La Manga del Mar Menor es como esas mujeres que no siendo perfectas, tiran de ti sacando emociones y sentimientos que te marcan p'a los restos; y el caso es que no hay explicaciones convincentes del por qué ni del cómo...Pero el idilio dura y perdurará hasta que ella, la mar, y yo, pasemos la página de nuestro invisible entendimiento y nos manden a la residencia del olvido. El poeta, junto a las malvas; la diosa azul y arena, sepultada por los torpes que la gobiernan y por el cambio climático, que dicen.
Sentadico en la terraza de mi apartamento, al oreo de sus dos brisas, con la paz en el alma y la mirada lejos, muy lejos, me atreví a escribirle estos versicos a mi novia de sal y agua. Uno que es así...

Tiene la tarde caderas de espuma
y labios azules con sabor a sal y arena.
La piel húmeda de la mar refulge
en el oro de esta hora,
y un murmullo de vida aérea
acompaña la canción antigua de las olas
mientras sumerjo la memoria
en las páginas del tiempo,
a la vera de una vida que me inunda
y a deshoras me acogota,
a la orilla amable de otra playa imaginada,
con la misma canción quebrada en el anhelo,
con el mismo verso roto sobre tu playa.

(Más AFOTICOS sobre el evento)

jueves, 9 de abril de 2009

Jueves Santo


En esta noche de santos ritos,
Dios de lo inefable,
viéndote clavado allá en tu cruz de carne
sustancia de todos mis pecados,
me confieso culpable de amor
porque huí de tus caricias,
temeroso de que en una de tus sonrisas
el ánimo a quererte me venciera
y en la tentación cayera
de abandonar hábitos consumados,
sólidamente fundados
en manías,
rutinas,
bostezos de noche
y grises horarios de día.

lunes, 23 de marzo de 2009

Plaza con fuente



Paseos por las callejuelas del alma
a la tenue luz de una tarde cualquiera.
Me detengo ante la iglesia vieja;
la historia de sus piedras
abre sus citas al oro de las horas.
Hay un rumor de tiempos ya idos
escalando las paredes de las casas.
Llego a la plaza
y en medio de ella la fuente sola,
con su agua de mentira
y su verdad sonora.

domingo, 22 de marzo de 2009

Primavera (haiku)



El HAIKU es una ventana al momento presente en su más rabiosa actualidad. En su origen nipón, el haiku no pretende hacer poesía, ni filosofía ni despertar sentimiento religioso alguno; es el sentimiento del "aquí y ahora" desnudo de todo adorno del lenguaje, que se apega al presente como la piel a la mano y que hace brotar en el lector y en el autor visiones estáticas del tiempo detenido.
Esa es su pequeñez, su humilde presencia, pero también su grandiosidad y su belleza.
No sé si los grandes maestros del haiku -Buson, Bashô, Issa,...- me apedrearían por mi insolencia, pero he aquí mi intento de penetrar en el misterio de esta todavía poco conocida composición literaria japonesa:

Sombras en el viento.
El verde y las flores danzan
bajo el vuelo del cuervo.

viernes, 13 de marzo de 2009

Tiempo


El tiempo agota su espera
e irrita en su ansia
de dar descanso al que desespera
mientras se esparce en lluvia fina,
casi imperceptible,
sobre el oscuro horizonte de las horas,
con su tic-tac,
su candado y su cadena.
Carcelero de la vida,
cuentas el cansancio numerado de los días
envuelto en pena.

(Dedicado a mi hermanico)

viernes, 27 de febrero de 2009

Aceptación


Las ilusiones se apagan
como un día de verano,
sudorosas,
sin aliento,
rindiendo cuentas al pasado.
Luego no queda nada
sino un vago perfume,
una callada queja,
algo de hiel en los labios,
un surco más en la frente
y un cielo agobiado de estrellas.

jueves, 19 de febrero de 2009

Tarde de domingo



Paseos por la ciudad
una tarde de domingo cualquiera.
En el escaparate de las horas
luce un sol con disimulos de primavera
que predica con engaños
en sus aristas de sombras nuevas
verdades que no fueron a las piedras,
promesas imposibles a la eterna espera
de verte cruzar la esquina del destino,
tal como me veías tú,
tal como yo te imaginaba,
mientras el párpado de la noche me sorprende
plantado en la otra acera.

lunes, 9 de febrero de 2009

Habitando tu mirada


Hay veces, como esta tarde,
en que detengo mi verso ante tu mirada
y me dejo avasallar por tus pupilas,
hasta que sin proponértelo tú
ni desearlo yo,
desvelas las estancias más umbrías
de mi memoria.
Aquellas que decoré
con promesas atadas a mis labios,
llenas de todo aquello
que siempre te quise dar
sin que me lo reclamasen tus besos.
Siento entonces sumergirse en mi carne
el áspero cuchillo de los días,
cuando mi voz era
la suave ladera de tu conciencia,
mi nombre tuyo,
tu imagen mía,
y vuelvo a vivir aquella maldita hora
en que me descubriste deambulando,
solo y con el fuego de Hefestos en las manos,
alumbrando soles de medianoche
y lunas de mediodía.

viernes, 23 de enero de 2009

Nace la memoria


Torpemente atrapado en un poso de cenizas,
el viejo poeta
maestro de abúlicos aires y de penas
planta su espera más noble
al sol tibio de la tarde.
El invierno pastorea caminos blancos
ateridos de frío
bajo la ausente mirada de las oliveras.
Subitamente,
el hálito de un verso sube
apresurado del corazón a su boca,
que apenas latiendo entre el llamear de la memoria
se abraza al cálido vaho
que de su alma brota.
Pronto la tenue imagen pide la palabra
que el poeta anota,
antes de que el olvido sepulte en la nada
lo que de la nada nace.
Emocionado y solemne,
vuelve el hombre al sueño y el camino a su sombra.
Cumplido el día,
ya sólo le queda apagarle la mirada a la luna,
prenderle vida a las estrellas
y cerrar el libro de las horas.

jueves, 8 de enero de 2009

Hécate y Hefesto


Hécate es la luna que luce debilmente detrás de las nubes que se deslizan por el cielo, cuya presencia intuimos en los ruidos inquietantes de la noche.
Con su siniestra antorcha, constituye en muchos momentos lo único que alcanzamos a ver, por lo que conviene tomar buena nota de los sueños angustiosos y la ansiedad nocturna que a menudo experimentamos.
Hécate se siente agusto en la oscuridad y el vacío; sin embargo, lo que nos ofrece es nada menos que la esfera profunda y espiritual del alma, la esencia invisible, inmutable.
Este trabajo realizado en la "cara oculta de la vida" es similar al que nos relata el mito de Hefesto -Vulcano en la mitología romana-, el herrero de los dioses. En el neblinoso espacio interior de la forja, la vida se calienta hasta alcanzar el rojo vivo, y es batida para introducirla en el alma. El yunque es el altar, porque el trabajo agotador que se lleva a cabo en ese lugar es espiritual, una alquimia a través de la cual se moldean las materias primas de la vida.
Según la fábula mitológica, Hécate y Hefesto eran amantes; esta dualidad mitológica nos sugiere por lo tanto que la profunda oscuridad emocional y la forja del alma, La Diosa Lunar y El Herrero Divino, están conectados y se solapan.
Todo ello lo quiero imaginar en un hermoso poema del poeta irlandés Seamus Heaney que lleva el oportuno título de "Puerta de acceso a la oscuridad".
El poema se llama "La forja", que me hace pensar en la alquimia de Hécate y de Hefesto dentro de mi universo. Lo citaré entero para expresar lo que suele ocurrir durante los momentos de crudo desencanto que a veces nos atraviesan.

Sólo conozco una puerta de acceso a la oscuridad.
Afuera, viejos ejes y argollas de hierro se oxidan;
dentro, el ruido sordo del martillo sobre el yunque,
el imprevisible abanico de chispas
o el silbido cuando otra herradura se endurece en el agua.

El yunque debe estar en el centro,
dotado de un cuerno como un unicornio,
con un extremo cuadrado, inamovible,
un altar ante el cual el herrero
se esfuerza en dar forma y producir música.

A veces asoma la cabeza por la puerta,
luciendo un mandil de cuero
con el pelo cayéndole sobre la nariz,
y recuerda el estrépito de los cascos de los caballos
y el tráfico que circula en hileras;
luego gruñe, entra y cierra rapidamente de un portazo
para seguir batiendo el hierro y utilizar el fuelle.

miércoles, 7 de enero de 2009

Hope


Esta noche a solas con mi carne
imaginándome latiendo en tu abrazo,
Dios es voz en el viento,
y en el silencio atesorado de su aliento
yacen ahítas de deseos
todas mis noches de esperanza y de frío.
Y Dios habla en ti,
mi página soñada,
aquella que cada vez que abro
viene la lluvia de la memoria
con la apariencia apresurada de sus horas,
con sus pájaros de olvido,
y recién acabada se la llevan.
Quiera ese Dios
que me hizo crepúsculo en la mañana,
que siempre mi mano esté presta
a reescribir una vez más tu historia,
para cuando de nuevo vuelvas.

viernes, 2 de enero de 2009

Nothing again


Odio la ociosidad
de una voluntad encadenada
a la angustia, absorta
en su inmóvil estar
mientras, ay, la vida es río sin parada
ni fonda en donde podamos hospedar,
ni aún siquiera por un instante,
caminos idealizados,
sueños irrealizables,
recuerdos muy gastados en su uso
o imágenes de ocasiones y lugares,
que si fueron o no estuvieron
poco importan
en esta tarde de abúlicas ausencias,
en donde la vida y las musas
se fueron de fiesta
dejando en mis manos
palabras sin dueño,
visiones huecas,
y al novio solo y compuesto
frente al altar del tiempo.