miércoles, 19 de agosto de 2009
Doutzen
Se llama DOUTZEN KROES, pero lo del nombre es lo de menos.
Le seguía la pista desde hacía algún tiempo por los spots televisivos de una marca francesa de champús, pero por más que indagaba sobre su identidad, los resultados eran nulos. Su rostro me decía algo, como si la conociera de no sé de dónde ni de cuándo, si era el rostro de alguna vecina, de alguna parienta o amiga...
Hasta que recordé que...¡Ahí va, si está San Google!
Así que le puse algunas velitas al Santo más Santo de mi devoción y esta mañana, dándome una vueltecica como acostumbro por los amenos territorios cibernéticos de YouTube, ¡zas! ¡milagro!, se me apareció la solución.
En cierto modo y de alguna manera, "me he hecho con ella"...¿Qué cuesta soñar?
Después de todo y tal como canta A. Sanz en su canción Y SI FUERA ELLA, la mujer que todos los hombres buscamos porque todos la llevamos dentro pero que muy pocos la encuentran, (¿cuántos, eihn?) suele aparecerse bajo el manto de su avatar en ciertas mujeres que se nos aparecen de vez en cuando.
El problemo y bien gordo para nosotros es cuando confundimos la imagen de la Diosa con la Diosa misma; y no es lo mismo, ¡qué va! No, no es lo mismo.
Pero la vida está llena de sucedáneos, y de sabios es el contentarse con ellos; aunque los poetas solemos preferir estrellarnos en la crudeza de cualquier desengaño.
Esto algunos/as lo llaman masoquismo...
Suscribirse a:
Enviar comentarios (Atom)
4 comentarios:
Confundimos la imagen de la Diosa con la Diosa misma; y no es lo mismo. Me parece una frase tan inteligente como certera. Se terminaron mis vacaciones, me alegro de volver a verte. Besitos varios.
Pues sí, es una especie de idolatría torpe en la que los humanos caemos con demasiada facilidad.
Ya te echaba yo de menos, amiga.
Un abrazo
Si es que me gusta leerte. !Hoño!
Horridito
Pues si te gusta, me doy por comío y hasta merendao...Bueno, sin exagerar ;-))
Publicar un comentario