viernes, 27 de febrero de 2009

Aceptación


Las ilusiones se apagan
como un día de verano,
sudorosas,
sin aliento,
rindiendo cuentas al pasado.
Luego no queda nada
sino un vago perfume,
una callada queja,
algo de hiel en los labios,
un surco más en la frente
y un cielo agobiado de estrellas.

jueves, 19 de febrero de 2009

Tarde de domingo



Paseos por la ciudad
una tarde de domingo cualquiera.
En el escaparate de las horas
luce un sol con disimulos de primavera
que predica con engaños
en sus aristas de sombras nuevas
verdades que no fueron a las piedras,
promesas imposibles a la eterna espera
de verte cruzar la esquina del destino,
tal como me veías tú,
tal como yo te imaginaba,
mientras el párpado de la noche me sorprende
plantado en la otra acera.

lunes, 9 de febrero de 2009

Habitando tu mirada


Hay veces, como esta tarde,
en que detengo mi verso ante tu mirada
y me dejo avasallar por tus pupilas,
hasta que sin proponértelo tú
ni desearlo yo,
desvelas las estancias más umbrías
de mi memoria.
Aquellas que decoré
con promesas atadas a mis labios,
llenas de todo aquello
que siempre te quise dar
sin que me lo reclamasen tus besos.
Siento entonces sumergirse en mi carne
el áspero cuchillo de los días,
cuando mi voz era
la suave ladera de tu conciencia,
mi nombre tuyo,
tu imagen mía,
y vuelvo a vivir aquella maldita hora
en que me descubriste deambulando,
solo y con el fuego de Hefestos en las manos,
alumbrando soles de medianoche
y lunas de mediodía.