Tendrás que llenar lo que yo ya he vaciado,
porque en mudanzas y traspasos
bueno es abandonar al dolor arrinconado
en su esquina olvidada.
Y de esta manera,
siendo tú la nueva ama,
en silencio me agradecerás
que en el trasiego de dejar y llevar,
dentro de mí nada haya quedado.
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