domingo, 31 de mayo de 2009

Paseo nocturno


El rasgueo de una guitarra rompe el aire denso de la noche,
llenándola de extraños coloquios que de puntillas
se cuelan en la plaza esculpida en negros cantos de grillos.
El silencio es un grito que brota de piedras y paredes.
Es noche cerrada.
Han dado las tres y el campaneo ha resbalado perezosamente
por el severo perfil de la torre de la iglesia,
dejando luego huecas las callejuelas tras su paso solemne.
Se cimbrea la oscuridad al beso de la brisa primera
dibujando fantasmas y dulcineas en cada esquina.
Los adustos devaneos del viento, borracho y canturrón,
va dando portazos batiendo puertas y persianas
mientras que por poniente azulea la noche chica del relámpago
de vez en cuando.

2 comentarios:

Anónimo dijo...

Que bonito y tranquilo y fresco siento la brisa húmeda en mi cara.
Y la foto fenomenal. Se podría convertir ese barrio en la Cava Baja de Cieza, aunque sin el Don Lucio y sus huevos estrellados.
Ma gustao y muy de mi pueblo.
¿Y el cambio de look, qué?

Pedroluis Almela Valchs (M.J.P.) dijo...

Me alegro que ye haya gustado. Es algo que sin saberlo, lo tenía como un borrador en el blog.
El cambio de look es propio del verano en el que aún danzamos....Ya vendrá el otoño.
Saludos