Viajar,
Poner distancia a las horas,
dejar atrás a los recuerdos
que día a día nos hablan
de cenizas y de ajeneidad,
de trayectos periclitados
y de muertos.
Poner pies de por medio;
y si lo llaman escapar,
escapar lo llamaremos.
Poner distancia a las horas,
dejar atrás a los recuerdos
que día a día nos hablan
de cenizas y de ajeneidad,
de trayectos periclitados
y de muertos.
Poner pies de por medio;
y si lo llaman escapar,
escapar lo llamaremos.
Llenarte de presente
y de movimiento,
vislumbrar el paisaje
y sus gentes,
succionarlo todo;
pasar página y olvidar...
Viajar, beber el tiempo hasta la ebriedad.
Y luego,
dormir en cualquier parte;
y quizás algún día,
despertar.
2 comentarios:
Interesante. Pero me ha chirriado "ajeneidad", dado que existe el término "ajenidad", cuya sonoridad me gusta mucho más. ¿Errata? ¿Intención de extrañar el término, para hacer todavía más ajena la ajenidad?
Saludos
Míriam Cano
Pues no sé si existe el palabro o no, Míriam, pero me gusta más que el supuesto correcto "ajenidad". Es más sonoro y después de todo, esto no lo lee casi nadie, así que no importa mucho, no?
Un abrazo
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