jueves, 22 de septiembre de 2011
Wild Life
De las muchas novedades y experiencias que espero gozar y compartir en esta mi nueva etapa de jubilado, (atentos a este blog; quiero escribir sobre ello) la de esta mañana me ha dejado con la emoción del que por vez primera siente el contacto con la Naturaleza plena y sobre todo libre.
Yendo caminando temprano por la carretera que llega hasta el pantano del Quípar, a ambos lados de la ruta y a unos 2 kms de la presa he escuchado el rebramar de dos mamíferos a los que he identificado con cabras montesas...No me atrevo a decir que fuesen ciervos, pero el sonido de esas voces era muy parecido al de los mamíferos tan bellamente armados con sus arbóreas cornamentas que todos hemos visto en algún documental en la tele.
A decir verdad, la voz potente salida de esas gargantas salvajes me ha dejado honda impresión en medio del silencio que reinaba a esas horas por aquellos parajes.
He intentado localizar a ambos machos (¿lo eran realmente, o se trataba de un macho y de una hembra?. A ver si algún especialista en la materia me lo aclara) con unos gemelos que llevo siempre en la mochila, pero debido a que la masa boscosa por allí es densa me ha sido imposible el contemplar a los protagonistas de ese extraño ritual de llamadas, o vaya usted a saber qué quería comunicar el susodicho par de angelitos pelones.
De todas formas, no pierdo la esperanza de que quizá en otra ocasión mañanera como la de hoy, me sea más propicia la suerte.
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12 comentarios:
awww que bonito!! ya senti la emocion como si estuviera alli.. Imagino una manana fresca... casi fria donde aun las gotas de rocio brillan con la tenue claridad de un timido sil... FELICITACIONES POR TU RETIRO! GRACIAS POR ESE BELLO MENSAJE
Gracias por tu comentario. La verdad es que fue una experiencia digamos que "telúrica" o quizá hasta totémica...El grito del macho, herido por el deseo o tal vez por la huida natural del verano hacia las sombrías landas del invierno.
Un abrazo
Qué suerte tienes Pedro Luis, vive y disfrutas cada momento. YO, desde el trabajo también trato de hacerlo. Besos, Inma.
Más que "telúrica" sería "terrorífica". Imagínate que en vez de oirlos se te hubieran aparecido...Uffff
Inma, de lo poco que te conozco me cabe la seguridad de que has elegido bien, o sea, disfrutar siempre que puedas de tu trabajo; es la única manera de sobrevivir que conozco.
Gracias por comentar.
Lola, hubo un momento en que me asusté. Pensé, ¿cómo coño voy yo a defenderme de un animal con tanto cuerno? Je, je...
Hugs from the Paradise.
Nene, sigue disfrutando como un chito, y no tengas miedo, "sólo" es un "búfalo" (¡)
Hermano, cuando voy por esos parajes soy tal que Búfalo Bill....:-)
Imagino que lo que viste serian unos muflones del atlas... no son muy frecuentes a este lado de la autovia del noroeste, pero se de una pequeña "familia" que frecuenta la sierra del oro, (si, si, aquí al lado!) y perfectamente pueden rondar por aquella zona.
En realidad no es un animal "autóctono", si no que fue introducido en el parque natural de sierra espuña con supuestos fines cinegéticos.
Solo quería dejar esta info!!. yo los he visto alguna vez, y es algo que impresiona.
saludos y a disfrutar de esta nueva etapa!!.
Por fín eres libre, mi querido escritor de cabecera...
Sí, seguramente habrán sido ciervos, ciertamente maromos, o sea, machotes. O, quizá, gamos (la "ronca" del gamo), también machotes; busca, investiga y coteja, ya sabes. Y lo hacen por la bendita testosterona, "creced y multiplicaos..." que decía aquel de las barbas.
Forever young!
Mi estimado "anónimo", dos puntos, lo de "ciervos maromos" me ha llegao al alma....:-)
Disfruta del aire y de la playica.
Sobri, yo no llegué a verlos pero el "chillío" que pegaron me dejó impresionao....Hoy han sido garzas....creo.
Estoy hecho un Rodríguez de la Fuente, je, je...
Un abrazo
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