lunes, 18 de febrero de 2008

Melancolía



La tarde en el quicio ladrando ausencias,
como siempre, mi viejo amigo.
En el murmullo de mi silencio laten primaveras vanas
que pasean su indolente presencia
por los recovecos de la memoria.
Me asomo a ellas y siempre contemplo la posibilidad
de verte de nuevo pasar,
tan distante y cercana en el deseo;
pero ya no son mas que viejos estertores del sueño
del que siendo tiempo ha poeta y juglar
de la esperanza, no le quedan más oraciones
que dormir cuanto le plazca,
comer cuando le sirvan,
beber del tiempo a deshoras
y yacer por las noches en cualquier cama.

(By courtesy of Shlevs)

1 comentario:

Lluvia dijo...

Me gusta mucho como trazas sutilmente con las metaforas, elegancia, profundidad y sobriedad.
Me gusta mucho.
Una sonrisa llena de admiración.
ANA