jueves, 21 de noviembre de 2019
Mar adentro
No es una conversación propiamente dicha, porque no hay ni puede haber respuesta verbal del cisne. Pero el inocente animal capta sensaciones en tu palabra amable, en tu amorosa atención, y en el animal esas sensaciones auditivas, olfativas, visuales, tactiles le despiertan emociones y sentimientos de gratitud.
Muchas, muchísimas veces, eso basta.
Derramas la forma más pura y simple del Amor sobre la irracionalidad, y ella te lo devuelve envuelto en el misterio que nos acompaña por las oscuras y silenciosas salas del universo que habitamos.
Tu mente calla por un momento, mientras tu alma conversa, ahora sí, consigo misma.
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