lunes, 27 de febrero de 2012

Llueve



La tarde acalló su conciencia ardorosa
ante la llegada inminente de la lluvia.
La vida abrió senderos a la sed de la rosa,
que con sus labios de aire y de fragancia
encendió mis sentidos e hizo hermosa
la fragua que el estío inventó por la mañana,
en aquel jardín de decadentes memorias
donde las cosas que un día fueron presencia, 
yacían mudas en la yacija del olvido
de las gentes que por allí pasaron presurosas.

2 comentarios:

Anónimo dijo...

¿Buscabas la rima o te salió así tan bonito?
Un abrazo. Julia

Pedroluis Almela Valchs (M.J.P.) dijo...

Las dos cosas, o sea, busqué la rima pero me salió el poema...No sé si me explico....
Other one for you :-)