lunes, 27 de septiembre de 2010

In the flesh


A veces necesitas del tacto para saber,
que dentro de tus sueños existen
lenguas ardientes y manos viajeras
que desean estudiar los planos de tu jardín más íntimo;
y cuando ello ocurre, te dejas llevar
por la ley de la piel y ya no eres quien creías,
sino la sombra hambrienta
que grita y llora y gime mientras es poseída.
Entonces ya no importa mucho
si las caricias huelen estremecidas a sol que hiere
o a sirenas que deslizan su canto bajo las aguas de tu deseo,
que por las ingles doradas de los dioses
correrá igualmente el éxtasis,
mientras los caminos hacia adelante y hacia atrás
se entenebrecen,
se te nubla la distancia y recobras por fin
el sentido siempre incierto de tu existencia.

12 comentarios:

Anónimo dijo...

¡Joé! Pedro Luis. La virgen, jeje.
joé. me encanta.
Horrido

Pedroluis Almela Valchs (M.J.P.) dijo...

¡Se me ocurre cada cosa que...!
Me preparo para el jubileo del año próximo....Si Dios quiere y así lo tiene a bien. :-)

Eria.. dijo...

¿Y cuando te he contado yo esto? jajaj.

Anónimo dijo...

Genial! una descripción única de un momento único y tan íntimo.

Pedroluis Almela Valchs (M.J.P.) dijo...

Eria, todos somos uña y carne del mismo cuerpo....O a lo mejor lo he leído en los Archivos Akásicos :-)

Pedroluis Almela Valchs (M.J.P.) dijo...

ANÓNIMO, gracias por tu comentario. Estaba "in the flesh" e inspirado, al parecer...

Anónimo dijo...

Ese anónimo de "genial...." me consta que es de una mujer. Preciosa, por cierto:
;-)
Horrido

Pedroluis Almela Valchs (M.J.P.) dijo...

Pues yo sin enterarme....Podía haber puesto ANÓNIMA, no?
:-)

Anónimo dijo...

¡Gracias Horrido! y no te preocupes Shlevs que en el próximo ya me identificaré como mujer si lo prefieres :-)

Shlevs dijo...

Bueno, tal como corren los tiempos de ahora, a veces ya no sabe uno si es mejor que te piropee una mujer o su sucedáneo. ;-)

Anónimo dijo...

Ya me gustaría a mi que Anónima me piropeara.
No creo que tenga sucedáneo PL.
Vamos, te lo aseguro :-)
Horrido

Shlevs dijo...

Horrido, a veces cuando me miro de perfil en el espejo y luego leo mis poemicas me entra un poco de complejo de Cyrano; pero lego me digo:¡Qué va, qué va...!