viernes, 26 de marzo de 2010

Elle


En la profundidad inabarcable de tu avatar
el océano de mi angustia derramará
su torre de escalofríos
dejando sola,
sin una sola voz,
la suave gravedad de tu silencio.
Y tu recuerdo crecerá en mí
como el latido verde de la yerba
junto al muro oscuro de mi verso,
mujer de espuma y viento,
hasta que seas el velamen de mi barco
y navegues conmigo por esta mar
de luz y espinas,
en cuyo monasterio de sal y noche
arrullaremos al río que nace,
al sueño que crece crepitando
en la hoguera azul de tu mirada.
Dulce itinerario de mis deseos,
senda por donde mis aciertos
y yo cabalgamos
a lomos de tus caderas
para salir de ti más muerto que vivo,
más vivo que antes de errar en mis creencias,
menos cierto quizá,
pero no menos amante
de mis equivocaciones.

2 comentarios:

Anónimo dijo...

Cómo me gustaría poder escribir cosas como estas...
Me acuerdo de Cyrano :-)

Pedroluis Almela Valchs (M.J.P.) dijo...

Je, je...El probe con aquella napia...;-))