viernes, 20 de junio de 2008

Saludos, Karenth





Hola, hija de Abdunm y de la maga Tirth. Te reconocí en el preciso momento en que cruzaste tu mirada risueña con la mía por vez primera. Que sepas que tu belleza es heredada de tu madre, la sin par Tirth de Hain, la gran hechicera de ojos tan azules como el cielo de la Tierra Media en un día de primavera.
¡Ay, que inteligente fue tu padre y que tontorrón fui yo, con no darle a la maga el secreto que con tanto ahínco buscó en mi cerebro de terracota...!
Pero en fin, aquellos tiempos desaparecieron y vano es lamentarse por lo que ya no tiene el menor remedio.
Y ahora viene la hija, tú, y me pide lo mismo, que le levante el velo que oculta lo que los magos grises hemos guardado durante generaciones y generaciones de los intrusos y déspotas de este mundo.
Pues sí, Él vendrá, tal como lo creyeron los habitantes de Hain, de Meliendor, de Kerherim y tantos y tantos pueblos cuya fe todavía no se ha perdido entre la niebla que oculta la Verdad en estos tiempos tan oscuros, más si cabe que aquellos en los que Sisamorth imaginó un destino terrible para todos nosotros y que felizmente no pudo llevar a cabo.
Me alegro de que me aprecies; yo también, porque en mis almiaques (algo así como la tele de los humanos) te he podido contemplar (espiar, más bien, y perdona) como la hija de aquella a la que amé con desesperación, tan bella, tan encantadoramente hermosa y tan sabia; así también eres tú.
Ten fe, pequeña diosa, ten fe, porque ya se oye el gozne de los tiempos. Asómate a la noche como tu madre hacía al término de cada jornada y escruta el firmamento. La señal ya está ahí.
Recuerdos a Abdunm, tu padre, hijo de Pogrel y de la sufriente Mazteh, a los que conocí cuando corríamos en los felices días de la juventud por las praderas inacabables de la Comarca bajo los buenos auspicios del gran Thain.
Te deseo lo mejor, hija de Tirth. Ponte una flor en la oreja derecha como hacía tu madre; si es una flor de trébol, mejor que mejor.
Saludos desde la Tierra de la Memoria de este fatigado peregrino.

Shlevs, Prince of the Past

No hay comentarios: