Las dictaduras modernas ya no son de sable y escopeta, ya no vemos militares chuscos amenazando lo diferente con su "aquí mando yo y tú te callas". Ahora todo es más sutil y disimulado. La imposición de un tipo de uniformidad en el pensamiento está en manos de la tecnocracia, esa que calla la media verdad que no le conviene y amplifica la otra mitad de la que vive y medra. Las amenazas son veladas, apenas perceptibles, nos compran la libertad de pensar y de decir y hasta de vivir con las chuches tecnológicas con las que nos tienen idiotizados.
De esta manera, vivimos al "diktak", al suyo, y vemos y escuchamos y pensamos y sentimos y nos divertimos, y hasta nos "drogamos" con aquello que los Nuevos Dictadores han diseñado, con suave elegancia, con vaselina para que no te duela, para dejarles a Ellos todo el campo y a nosotros, los juguetes y la realidad virtual que nos tenga entretenidos...Ah, y el black Friday...y la Navidá reconvertida (uso y tiro, uso y tiro, y como y bebo y me carcajeo y si se da la ocasión, hasta me toco los güevos mientras entono beodo el Noche de Paz o el "dime niño de quién ERE...)
Nuevos tiempos, mismos Amos, misma servidumbre.