Cubierto por la necedad de mis días
perdón y clemencia, Señora, os pido.
Que la llama insomne de mis sueños
no la apaguen la desesperanza ni el olvido
y que en la bruma sonora de mis pasos,
además de la amargura en el verso
y la sal en la herida,
halléis la huella oscura de mi torpeza, sí,
pero también y sobre todo
mi piel tatuada con vuestro nombre,
abierta de par en par a vuestras caricias.
11 comentarios:
Valía la pena la espera. Qué bonito, por Dios y cuanto me ha gustado leerlo en voz alta.
Gracias P.L.
Horrido
Los hommers, en el fondo, además de torpes solemos ser unos tipos muy chachipirulis. ;-))
Por dios, ¿cómo negarse?.
Pues eso pienso yo, lo que pasa es que....ejm....No es fácil que se nos escuche a los de mi Club ;-))
Un abrazo
Precioso, me ha encantado.
Es un poco arriesgado encomendarse a Hécate jajaj bien lo sabemos sis hij@s pero que gran desconocida y que gran Madre.
Bendiciones
Uno -al menos yo- no mira demasiado si la madre trae luz de sol o de luna; al menos, que en esta oscuridad en la que me muevo, traiga luz.
Gracias por tu comentario
Madre oscura y protectora Hecate, que estás en el cruce de caminos entre lobos que aúllan y antorchas encendidas: guíame, abre caminos ante mí. Necesito me ilumines. Lo mismo pido para todo el mundo. Por el poder del tres lo declaro. Como es arriba es abajo. Sí!
Hécate, la diosa lunar, tiene esta noche su momento grande con su aspecto de "super luna"....¿Casualidad?
Un abrazo
Ni me había fijado en eso. Las casualidades no existen. Gracias por la información hermano Pedroluis Almeda.
Que poema mas lindo y por sierto yo llevo tatuado su nombre en mi piel, en la pierna derecha rodeada de flores
Tatuarse a la diosa ya es signo de valor, porque detrás de su nombre se abre la oscuridad de las horas, allá donde el tiempo duele mientras pedimos unos gramos de eternidad. Un abrazo
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