¡Qué curioso...! La luz que a ella abrazaba y sacaba de las tinieblas era la misma que a mí me deslumbraba, dejándome sólo con su desindentificada y difusa
silueta.
silueta.
Era ella, sin duda, pero podría haber sido otra.
Después de todo, Ella es el compendio y museo de todas las siluetas de mujeres en mi vida, con su perfil oscuro entreverado de sol y noche, sin rostro aparente, aunque todas tengan el mismo rasgo común, eso que las identifica como la única Ella, la que desde siempre me ha llenado la mirada de sombras a contraluz mientras una a una se alejaban....
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