Nada

En algun lugar de esta estancia
olvidé recoger tu sombra esta mañana.
He mirado bajo las sabanas,
detrás del espejo desde donde te contemplaba.
La he buscado sobre el raído sofá
donde el amor se representaba y nada;
algunas migajas de pan,
manchas de vino derramado,
algún pétalo de rosa perdido, cenizas.
Mucho me temo
que cuando el jazmin respire esta noche
junto a la verntana
oiré la canción de tus besos sobre mi mejilla,
y abriré los ojos entonces
y sólo estaremos tu sombra y yo,
un vago gesto de dolor en la memoria, nada.