viernes, 13 de marzo de 2009

Tiempo


El tiempo agota su espera
e irrita en su ansia
de dar descanso al que desespera
mientras se esparce en lluvia fina,
casi imperceptible,
sobre el oscuro horizonte de las horas,
con su tic-tac,
su candado y su cadena.
Carcelero de la vida,
cuentas el cansancio numerado de los días
envuelto en pena.

(Dedicado a mi hermanico)

5 comentarios:

Eria.. dijo...

Dejalo, anda... que miedo me da que ese carcelero abra un dia el candado y la cadena... porque si estoy viva y el tiempo avanza... ¿que pasa si el tiempo se para?. Besitos varios.

angel almela dijo...

Gracias, Peter por tu bello poema. No sé si al dedicarmelo adviertes en mí una preocupaciòn personal por el tiempo o mejor, por el paso del tiempo. La verdad es que creo que si somos algo, somos TIEMPO, pero un tiempo no tanto cronológico como vivencial, como conjunción de los tiempos de muchos, como algo vivo que nos hace reconocernos como humanos.
Gracias, hermano, gracias.
SOMOS EL TIEMPO

Pedroluis Almela Valchs (M.J.P.) dijo...

Eria, si el tiempo se para "no somos"...Una interesante situación.

Angelico, nos vivenciamos como "recuerdo de lo vivido", y por lo tanto cuanti más vivimos más carga de personalidad llevamos, más tenemos en donde apegarnos y más tememos perder aquello que somos:Tiempo

Jesús Molina dijo...

Hola Maestro:
Soy uno de aquellos niños de Abarán que tuvimos la dicha de tenerte como nuestro Tutor durante los cursos 1986/87 & 1987/88. Fueron años maravillosos, en los que nos enseñaste el valor de la poesía, la importancia de las letras siempre vivas, el temor de la ignorancia y la emoción del conocimiento. En concreto, querido Maestro, me enseñaste a amar a aquel grupo maravilloso que se dejaron fotografiar atravesando aquel famoso paso de cebra... Incluso recuerdo que, en ocasiones, me prestabas tus cintas de cassete (auténticas joyas hoy -sin duda-) para que pudiera ejercitarme en el despertar musical, como también hicieras con aquella famosa armónica que sonaba en la zona Sur del Juan XXIII. Hace unos días tuve la suerte, y la dicha, de reencontrarme con tu hermano, mi también querido Maestro D. Ángel (a quien llamas "hermanico" sin duda por tu simbiosis con la dialéctica abaranera). Le mandé un cálido saludo y abrazo para ti... y gracias a él he conocido hoy esta página... He descansado sobre tus renglones, he conversado entre tus letras y he descubierto -como bien no podría ser de otro modo- que la gran persona que conocí hace ahora dos décadas, y que dedicó largas jornadas a tratar de llenar nuestras mentes sedientas de juego con instrumentos para el alma, continúa conservando toda esa frescura de aquel joven de hiriente talento. ¡Es una pena que los niños y niñas de Abarán ya no puedan disfrutar de tus tardes de lectura, de tus fichas tras la cortina, de tus canciones de harmónica, de tus lecturas en voz alta o de tus preguntas voladoras... Seguro que habrá otros niños/as que bien disfruten de todo ello. Esperemos, como el poeta, que sepan apreciar el valor de lo incierto. Desde Abarán, un fuerte abrazo con todo el cariño y la emoción que mi piel es capaz de transpirar... Jesús Molina.
PD: Qué lindo que tengas esta página y que no pierdas toda tu actividad interna.

Pedroluis Almela Valchs (M.J.P.) dijo...

Gracias, Jesús, por tus piropos. Uno siempre ha intentado y así sigue, hacer lo mejor que sabe y puede en todos los terrenos.
Un saludo cordial a aquella fabulosa generación de abaraneros, de los que tanto aprendí. Me hicieron maestro, ahí es ná...
Un abrazo.