El
HAIKU es una ventana al momento presente en su más rabiosa actualidad. En su origen nipón, el haiku no pretende hacer poesía, ni filosofía ni despertar sentimiento religioso alguno; es el sentimiento del "aquí y ahora" desnudo de todo adorno del lenguaje, que se apega al presente como la piel a la mano y que hace brotar en el lector y en el autor visiones estáticas del tiempo detenido.
Esa es su pequeñez, su humilde presencia, pero también su grandiosidad y su belleza.
No sé si los grandes maestros del haiku -Buson, Bashô, Issa,...- me apedrearían por mi insolencia, pero he aquí mi intento de penetrar en el misterio de esta todavía poco conocida composición literaria japonesa:
Sombras en el viento.
El verde y las flores danzan
bajo el vuelo del cuervo.